Shiatsu: el poder del toque humano. Tratamiento Shiatsu
El shiatsu es una práctica terapéutica basada en la medicina tradicional oriental y cuya principal misión es guiar a sus practicantes a un completo estado de salud y bienestar.
¿Cuáles son los beneficios del Shiatsu? ¿Cómo se logra? Mediante la presión, con manos y dedos, de puntos vitales del cuerpo, que ayudan a reequilibrar nuestras energías internas, para una curación natural y progresiva. Por cierto, Shiatsu es una palabra japonesa que significa exactamente eso: presión con los dedos («atsu»).
¿De dónde procede el Shiatsu o masaje japonés?
El Shiatsu tiene su origen en una práctica con más de dos mil años de existencia – el «Tao Yin» – que, a través del ejercicio físico, técnicas de respiración, masajes y meditación, buscaba restaurar el flujo natural del cuerpo y el «ki», la «vida». fuerza ”que, por cierto, rige la medicina oriental.
Introducidos en Japón alrededor del siglo VI, los japoneses perfeccionaron la técnica mediante el estudio y desarrollo de un método muy singular: el diagnóstico y el tratamiento abdominal.
Conocido durante mucho tiempo como “Anma”, el Shiatsu ganó su propio estatus al distanciarse de la propia medicina e integrando las prácticas de fisioterapia y quiropráctica, combinadas con técnicas de presión ejercidas sobre el cuerpo utilizando solo los dedos.
A principios del siglo XX, el terapeuta japonés Tamai Tempaku combinó el conocimiento moderno de anatomía y fisiología con los métodos de tratamiento del antiguo Oriente y obtuvo el primer boceto del Shiatsu como se conoce hoy en día: «Shiatsu Ryoho» luego dio paso al «Shiatsu Ho» hasta que fue simplemente llamado Shiatsu. En 1964, el gobierno japonés reconoció al Shiatsu como una terapia independiente y distinta tanto del antiguo «Anma» como del masaje occidental.
¿De qué se trata?
Mediante la presión de los dedos, el Shiatsu actúa sobre los canales de energía del cuerpo. A esos canales se las llama meridianos, en un intento de equilibrar el flujo de energía vital hacia la vida (el «ki», que no vemos, pero sentimos), que puede estar bloqueado, en déficit («kyo») o en exceso («jitsu») en el cuerpo.
Al normalizar el «ki», se restablece la capacidad del organismo para defenderse de las enfermedades, asegurando así su pleno funcionamiento.
Esto se logra mediante movimientos manuales realizados en los aproximadamente 365 puntos de presión, o “tsubos”, que existen en el cuerpo humano. Tenga en cuenta que un meridiano con exceso de energía se sentirá tenso y dolorido, mientras que un meridiano de baja energía se sentirá suave e indoloro.
La técnica
Curar con las manos es la base del Shiatsu, cuya técnica es sumamente sencilla: el terapeuta utiliza los dedos, pulgares, manos y palmas, codos y rodillas para presionar, estirar y masajear el cuerpo en los puntos adecuados (“tsubos”) o simplemente mediante movimientos rotatorios con los brazos o piernas.
Las personas (¡y el cuerpo humano!) Responden muy bien al tacto, especialmente si está dirigido a áreas necesitadas. Y eso es precisamente lo que hay detrás de la terapia Shiatsu: ajustar la estructura física del cuerpo, así como sus energías internas, para prevenir enfermedades y mantener la salud del hierro.