Del Líquido a la Claridad: Explorando Métodos para Mejorar la Calidad del Agua
Métodos para Mejorar la Calidad del Agua. La calidad del agua es esencial para los consumidores y el medio ambiente. Descubra los pasos para garantizarlo.
La calidad del agua de nuestros grifos y que consumimos diariamente es el resultado de un intenso trabajo para garantizar que se cumplan todos los parámetros de salud y consumo. En territorioagua puedes encontrar formas de ahorrar y reutilizar agua. En su web verás que puedes reutilizar el agua para regar gracias al macetero de recuperación de Agua.
Como el agua es un bien esencial y con fuertes signos de escasez, es igualmente importante garantizar un desperdicio mínimo durante todo el proceso.
Cada año se elabora y publica un informe sobre la calidad del agua suministrada por las entidades de gestión del agua. Los resultados están a disposición del público y pueden consultarse.
Calidad general del agua
Según datos, el 98,85% del agua que llega a los grifos de los consumidores es segura y de buena calidad, lo que se considera un valor de excelencia. El ente que regula el sector agua proporciona datos relativos a la calidad del agua en cada municipio, siendo los valores más recientes los correspondientes al año 2020.
¿Sabes cuál es tu consumo diario de agua? Cambia hábitos, ahorra y evita el desperdicio
¿De dónde viene el agua que llega a nuestros grifos?
El agua que hoy consumimos en casa pasa por todo un proceso de tratamiento y análisis para garantizar la calidad. Pero, al fin y al cabo, ¿cómo se lleva a cabo este control tan importante para nuestra salud?
El primer paso es captar agua, que puede producirse en la superficie (en ríos y embalses) o subterráneamente, a través de agujeros y pozos que la recogen de los mantos freáticos subterráneos. Los datos revelan que el agua destinada al consumo humano procede esencialmente de fuentes superficiales. En 2020, el porcentaje total de aguas subterráneas utilizadas fue del 30,59% y de aguas superficiales del 69,41%.
Luego de ser captada, el agua pasa a una Estación Potabilizadora, donde comienza el proceso de tratamiento. Por ejemplo, se corrigen las características físicas, químicas y bacteriológicas para que sea apto para el consumo.
Una vez finalizado este proceso, el agua pasa a las zonas de consumo, donde se almacena en embalses. Para llegar allí, en ocasiones es necesario recurrir a procesos de bombeo, que permiten elevar el agua (de puntos bajos a puntos altos).
Luego, el agua es transportada desde los depósitos hasta el grifo a través de una compleja red de tuberías y válvulas, que garantizan una distribución en la cantidad, presión y calidad adecuadas.
¿Y después del consumo?
Las aguas residuales, es decir, el agua que ya ha sido utilizada, se recogen y envían a Estaciones de Tratamiento de Aguas Residuales, donde son tratadas nuevamente.
Parte de esta agua se reutiliza para riego y lavado y el resto se devuelve a la naturaleza en condiciones medioambientalmente seguras. Esto hace posible reponer agua en los recursos hídricos sin comprometer la salud pública y los ecosistemas.
La situación de sequía es crítica
La escasez de este recurso debería llevarnos a repensar el consumo y cambiar hábitos para ahorrar agua. Este año, 2022, ha sido bastante seco y grandes zonas del país sufren una sequía grave. Según datos del Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA), ya se está produciendo un agravamiento de la sequía meteorológica en todo el territorio. La superficie afectada por sequía severa ha aumentado significativamente y ahora cubre el 97,1% del territorio nacional.
Tomar nota:
En la web de cada entidad estatal puedes encontrar información más detallada sobre el ciclo del agua, así como vídeos que pueden ayudar a explicar todo el proceso a los más jóvenes.
¿Cómo se controla la calidad del agua?
La calidad del agua se controla mediante la recogida de muestras, que posteriormente se analizan para comprobar si cumplen con los parámetros químicos, físicos y microbiológicos legales, que establece el régimen de calidad de las aguas destinadas al consumo humano. Se define, por ejemplo, el número de análisis a realizar por cada una de las entidades involucradas en los procesos de captación, tratamiento y distribución y los valores referencia para evaluar la calidad del agua en diversos parámetros.