Diástasis abdominal, ¿y ahora qué? Conoce un poco más sobre el tema. En este artículo nuestro osteópata te presenta algunas sugerencias.
¿Qué es?
La diástasis del recto abdominal es el término utilizado para la extirpación de la parte abdominal más superficial de nuestro cuerpo: el recto del abdomen. Puede presentarse a partir del segundo trimestre del embarazo pero con mayor incidencia en el tercer trimestre del embarazo. Se considera diástasis cuando la separación del recto es igual o mayor a 2,5 cm, si es menor a 2,5 cm se considera sólo una separación.
¿Cuándo sucede?
Suele ocurrir a medida que avanza el embarazo, bajo la influencia de las hormonas, el útero crece, el volumen de la pared abdominal aumenta y los músculos se alejan. Esto en sí no es patológico, el problema se agrava cuando las mujeres embarazadas realizan ejercicios que incluyen hacer abdominales rectos (típicamente acostada boca arriba, con las manos detrás de la cabeza y levantando la parte superior del trono del piso), cuando lo hacen esto están trabajando el recto del abdomen.
Como el músculo está en una posición alterada, cuando la mujer empieza a hacer ejercicio físico en el puerperio, el recto del abdomen estará fuerte y despegado, lo que tardará mucho más en corregirse.
¿No puedes fortalecer tus abdominales durante el embarazo?
Se puede, pero hay que trabajar para tratar de fortalecer los oblicuos (los abdominales laterales encargados de la rotación e inclinación del tronco) para que haya más apoyo para la barriga.
¿Qué problemas pueden surgir de la diástasis?
Una de las razones por las que las mujeres que pasan por el período posparto acuden a mí es porque no están satisfechas con el aspecto de su barriga.
Sin embargo, después de evaluar la diástasis, explico que no podemos hacer esos típicos ejercicios abdominales porque el papel de los abdominales es sostener el tronco para que la columna y la pelvis se articulen en armonía, si hay diástasis, el equilibrio abdominal se ve comprometido y la el tronco tiene que realizar compensaciones que a menudo dan lugar a dolores en la columna lumbar, cambios en la función intestinal y, en ocasiones, disfunciones uroginecológicas.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico lo puede realizar un especialista en salud de la mujer, preferiblemente un fisioterapeuta. La evaluación debe incluir tres mediciones, por encima del ombligo (supraumbilical), a nivel del ombligo y por debajo del ombligo (infraumbilical). También se puede diagnosticar a través de una ecografía abdominal.
¿Cómo tratar?
El primer paso para tratarlo es hacer una buena valoración. No es suficiente hacer esos ejercicios que funcionaron con tu mejor amigo. La diástasis de los rectos abdominales varía de una persona a otra, puede estar por encima o por debajo del ombligo y por lo tanto los ejercicios no deben generalizarse.
En el puerperio, después de la cita de “revisión” con el obstetra, se puede programar una cita posparto con un fisioterapeuta para evaluar la diástasis y el suelo pélvico, de manera que luego se pueda establecer un plan seguro de ejercicios progresivos, como Pilates o hipopresivos. gimnasia abdominal. En casos extremos, la diástasis tendrá que ser corregida en cirugía.
¿Usar un aparato ortopédico posparto puede ayudar a disminuir la diástasis?
No. El aparato ortopédico posparto solo hará que el trabajo de los abdominales sea aún menos eficiente, porque provoca la falsa sensación de estabilidad de la columna. El cinturón se puede utilizar para un fin más estético, no ayuda a reducir la barriga ni a reducir la diástasis.