¿Cómo evitar que el agua de la piscina y los equipos se congelen?
Las olas de frío que se sienten un poco por todas partes pueden congelar el agua de la piscina. Incluso pueden causar daños en el revestimiento o en las tuberías de la piscina. Para evitar que esto suceda, la piscina debe hibernar tan pronto como aparezcan las primeras advertencias de olas de frío. Visita iteapool y conoce sus opciones de domótica en la piscina.
Tareas para una correcta hibernación
Limpiar la Llanta (en movimientos de adentro hacia afuera)
Limpie la línea de agua (usando un desengrasante)
Aspire la superficie de la piscina (incluidos el fondo y las paredes)
Retire todos los accesorios fijos de la piscina.
Retire los desechos acumulados de las cestas del skimmer
Equilibrio de pH y cloro
Aplicar el hibernador a lo largo de las paredes de la piscina.
Dejar en filtración durante 6 horas para disolver el producto.
Limpiar el filtro principal
Coloque la cubierta de invierno, fijándola firmemente con las clavijas necesarias
Detenga el sistema por completo y cierre todas las válvulas.
Retire la bomba, límpiela y colóquela en un lugar seco.
Una vez finalizadas estas operaciones, no debes dejar la piscina hasta la primavera. Mantener una actitud de vigilancia o prevención podría ser la solución para evitar que el agua de la piscina se congele.
En caso de que no hibernes en la piscina o cuando aparezcan olas de mucho frío, te aconsejamos que realices las operaciones indicadas para evitar problemas que pueden ser irreparables:
1 – Crea movimiento en el agua
Una de las mejores maneras de prevenir o romper la formación de capas de hielo en la piscina es hacer que la bomba de agua genere movimiento. Si la tubería y el equipo muestran signos de congelamiento, realice los siguientes procedimientos:
Envuelva las almohadillas térmicas alrededor de los tubos congelados,
O coloque un calentador al lado de las tuberías para eliminar el hielo.
Si estás en una zona donde el invierno es más riguroso, y la capa de hielo que se forma en la superficie del agua de la piscina ronda los 2 a 5 cm, en cambio, se recomienda lo contrario. El agua de la piscina debe estar inmovilizada, las bombas y filtros deben estar aislados y las tuberías que contienen agua deben estar completamente vacías. Esto permite reducir posibles roturas. En este estado, debe esperar un clima más cálido para que el agua se descongele naturalmente.
2 – Coberturas de invierno
En combinación con el movimiento del agua, las cubiertas de invierno ayudan a conservar el calor del día, protegiendo así la formación de hielo en la superficie del agua. Si quieres saber más sobre los distintos tipos de cubiertas, consulta este artículo “¿Qué son las cubiertas para piscinas y para qué sirven?”
Siga nuestros consejos y controle la piscina cada 2 semanas para comprobar el estado del agua y los materiales de la piscina.
Toda el agua del tanque de la piscina circula a través de un gran sistema que involucra maquinaria y tuberías, así como filtros. Cuando hay algún tipo de problema con esta estructura, puede aparecer turbidez.
Entonces, una de las alternativas para solucionar la situación es revisar todo el sistema y observar si no hay fallas, realizar un mantenimiento periódico y mantenerlo funcionando perfectamente. También es necesario preservar su limpieza para evitar que la suciedad se acumule y regrese a la piscina.
Lave o reemplace el filtro
El filtro retiene partículas que podrían enturbiar el agua de la piscina. Por lo tanto, periódicamente necesita someterse a una limpieza o sustitución, con el fin de eliminar toda la impureza que quedó atrapada en su elemento filtrante.
El retrolavado del sistema o el reemplazo del elemento evita que las partículas o los microorganismos regresen al tanque. Además, la eliminación de residuos es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento del conjunto. De lo contrario, el flujo de agua puede reducirse y hacer que las máquinas funcionen con un esfuerzo adicional.
Equilibrar el pH del agua
El cloro es un producto indispensable para evitar que el agua se enturbie. Sin embargo, su acción se ve comprometida cuando hay desequilibrio de pH. Idealmente, debería permanecer entre 7.0 y 7.4.
Por lo tanto, una de las formas de deshacerse de la turbidez es medir constantemente el pH y corregirlo cuando sea necesario. De esta forma, el cloro reaccionará con las partículas nocivas, oxidándolas y manteniendo el agua cristalina.