Códigos de vestimenta: Guía completa para lucir impecable en cualquier ocasión
La ropa que vestimos también es una forma de comunicar y, por ello, el código de vestimenta es tan importante para profesionales y empresas.
Es a través de este código de vestimenta que transmitimos la imagen deseada al mercado y a los clientes. En el blog de sarastudio.com te darán toda una serie de consejos para que tu ropa siempre vaya acorde con la ocasión.
Esta estandarización ayuda a transmitir un mensaje sobre una marca o empresa, además de fortalecer la cultura organizacional.
En este texto, entenderemos cómo surgió el concepto de código de vestimenta y su importancia en el entorno laboral.
También aprenderá sobre los diferentes tipos, los errores frecuentes y cómo introducir cambios en el código de vestimenta de la empresa.
¿Qué es el código de vestimenta?
La traducción del término inglés dress code es “dress code”.
Esta expresión se utiliza para indicar la estandarización visual en la forma de vestir y se puede aplicar en las más diversas situaciones.
La práctica es antigua en la historia humana.
Entre los siglos VII y IX, la realeza y la nobleza europeas adoptaron una especie de código de vestimenta para diferenciarse de otros estratos sociales.
Inicialmente, este código de vestimenta podría significar una forma de exclusión, pero actualmente es una poderosa herramienta de comunicación, que organiza y armoniza la presentación de los individuos con un propósito determinado.
Así, se orienta sobre la mejor forma de vestir para una determinada actividad, ocasión o entorno y se evitan situaciones embarazosas.
El código de vestimenta está presente en varias situaciones, como en las escuelas, en bodas o fiestas de graduación, en la prestación de servicios y atención al cliente.
¿Y qué es un código de vestimenta de negocios?
El código de vestimenta corporativa orienta sobre los tipos de vestimenta más adecuados para que los profesionales estén acordes con la identidad de la empresa a la que representan.
Es importante señalar que, en el ámbito empresarial, el estilo del profesional debe superponerse al del individuo, ya que será un reflejo de la imagen de la empresa.
Por ejemplo, una persona más relajada, que le gusten los jeans rotos y las remeras con estampados y frases impactantes, pero que profesionalmente ocupe un alto cargo en una empresa de inversión, debe usar ropa que transmita la identidad de la organización.
Por supuesto, el código de vestimenta se aplica cuando el profesional está trabajando, ya sea en la empresa o en un evento externo, representando a la empresa ante los clientes y la sociedad.
Importancia del código de vestimenta en el trabajo
Una empresa está representada por personas, y la forma de vestir de estos profesionales comunica valores y posicionamientos que no son individuales, sino de la organización en cuestión.
Más que una simple estandarización de la forma de vestir, el dress code corporativo es una declaración para sus más variados públicos, desde empleados hasta clientes, proveedores, accionistas, directores e incluso competidores.
Este código de vestimenta contribuye a construir la imagen de la empresa y esta percepción debe ser cohesiva y coherente con su área de actividad y especialización.
Además de contribuir a la consolidación de la imagen de una empresa, puede fortalecer la cultura organizacional e incluso mejorar el bienestar de los equipos, evitando molestias por vestimenta inadecuada para el ambiente de trabajo.
Ahora que hemos cubierto qué es el código de vestimenta y su importancia en el entorno empresarial, veamos a continuación los tipos de código de vestimenta para el trabajo.
Tipos de código de vestimenta en las empresas
El código de vestimenta puede ser muy estricto dentro de una empresa, incluso implicando el uso de uniformes.
También puede ser más implícito, sin tener necesariamente un manual que indique un determinado estilo, dejando la decisión a cada profesional.
De una forma u otra, es importante que la ropa esté en consonancia con la cultura, los valores y la imagen de la empresa.
La ropa debe ser adecuada al entorno profesional, al tipo de actividad que se desarrolla y al mensaje que se quiere transmitir al público.
Y existen diferentes tipos de código de vestimenta, cada uno con el perfil de la organización.
Formal
Las empresas más tradicionales, que quieran transmitir credibilidad y seriedad, pueden adoptar un estilo formal, con trajes, camisas, americanas, pantalones de sastre, blusas, vestidos o faldas más sobrios.
Los accesorios llamativos o los colores llamativos y vibrantes pueden no ser una buena idea, y los zapatos deben ser más elegantes.
Un ejemplo de empresas que adoptan un código de vestimenta formal son los bufetes de abogados y los bancos.
Estilo casual o informal
Las empresas con ambientes informales pueden adoptar un código de vestimenta más relajado y versátil, que permita a los profesionales tener un estilo relajado y ligero, sin dejar de lado el sentido común.
En este caso, los vaqueros, las camisetas, las deportivas, las deportivas, los complementos más atrevidos y los colores ganan espacio, sacando a relucir la personalidad de cada empleado.
Esta flexibilidad, sin embargo, no puede confundirse con dejadez, mala presentación o excesos.
Es decir, aunque haya menos restricciones, siempre es bueno evitar la ropa y los zapatos demasiado brillantes, demasiado ajustados o demasiado cortos, con escotes demasiado profundos o con apariencia sucia.