Tener una piel suave y sin vello es el sueño de muchas mujeres, y cada vez de más hombres. Sabemos que esto no es posible, pero para nuestra felicidad ya existen algunos trucos para prolongar la sensación de suavidad que aporta la depilación y retrasar el crecimiento del vello.
Aquí tienes algunos consejos:
1. Evitar el uso de cuchillas de afeitar
Además de irritar la piel, la depilación con cuchillas da la sensación de un vello más grueso y dura menos tiempo en comparación con otros métodos de depilación. Parece práctico en el momento, pero unos días (u horas) después, dependiendo de la sensibilidad de tu piel, ya puedes ver los daños. Si no son los pelos más gruesos los que aparecen rápidamente ya que la maquinilla no los elimina de raíz, sino que sólo los corta son las heridas de los pelos encarnados.
Esto se debe a que, a medida que se afeita el vello, el tallo del alambre tiende a engrosarse, creando dificultades para atravesar la piel y salir, formando las lesiones no deseadas. Si esto ya ha sucedido, evite pincharlos con pinzas o agujas, porque pueden inflamarse. Acude a un dermatólogo, que te recetará la medicación adecuada, o utiliza un exfoliante apropiado para tu tipo de piel.
2. Exfoliar para prolongar la sensación de suavidad
Al exfoliar la piel antes del afeitado, te deshaces de las células muertas de la piel y evitas que los pelos encarnados vuelvan a crecer, ya que ayuda a eliminar el vello por completo. Opta por alguna crema exfoliante y úsala con un suave masaje después de 10 días de haberte depilado.
3. Invertir en la depilación de larga duración, la fotodepilación
Esta es una gran idea para aquellos que sufren de foliculitis y vellos encarnados. Se realiza con el uso de luz pulsada, que busca la melanina del pelo mediante intensos destellos, combatiendo su crecimiento desde la raíz y haciendo que mueran o se debiliten. De este modo, la piel se vuelve más suave y sedosa cada día, ya que la luz pulsada llega a las células germinativas que producen el vello.
Se trata de una técnica económica si se compara con otros métodos de depilación de larga duración, garantizando la reducción de entre el 70% y el 80% del vello, y puede realizarse en zonas del cuerpo como la ingle, el brazo, las nalgas, las axilas, entre otras.
También conviene recordar que la eficacia de la depilación duradera varía según el tipo de piel de cada persona. Suele funcionar mejor en quienes tienen la piel clara y el pelo oscuro, ya que el destello de luz identifica la melanina que conduce el calor hasta la raíz del pelo, lo que provoca su eliminación.
Las personas con pieles más oscuras deben tener cuidado al utilizar la fotodepilación, ya que puede afectar no sólo al vello, sino también a la piel, que tiene un tono similar al de los folículos, provocando manchas. Por ello, lo ideal es invertir en lugares reconocidos y fiables que sometan la piel a una prueba antes de iniciar el tratamiento.
El número de sesiones necesarias también varía de una persona a otra. Conviene recordar que, al cabo de un tiempo, hay que repetir el procedimiento para que el pelo quede debilitado y no crezca.
4. Respetar los intervalos de depilación
Respetando estos intervalos de unos 20 días, sin arrancar con pinzas los pelos que crecen antes de tiempo se retrasa el crecimiento del vello y se consigue que la depilación dure más tiempo, porque se respeta el ritmo natural de crecimiento de los folículos. Lo ideal es que estén con unos 0,5 milímetros para volver a quitarlos.
5. Invertir en cera caliente y en un buen profesional
Ya hemos hablado aquí de los problemas que puede causar la depilación con cuchilla, además de hacer crecer el vello mucho más rápido. La cera, en cambio, es un material que arranca los folículos de raíz, dejando la piel más suave y dando mayor durabilidad a la depilación.
Al realizar este procedimiento en un lugar fiable y especializado, se evitan muchos dolores de cabeza. Esto se debe a que un buen profesional sabe exactamente a qué temperatura debe estar la cera para ser aplicada sin dañar la piel, y cuánto tiempo debe permanecer hasta que se seca y se retira. De este modo, también se evita que la cera utilizada en la depilación se reutilice, provocando graves infecciones en la piel.
6. Tomar baños calientes y aplicar cremas calmantes después del procedimiento
La depilación supone un ligero traumatismo para la piel, y «calmarla» después de que se produzca es esencial para garantizar la durabilidad del efecto. Una buena opción es tomar un baño caliente o frío, utilizando un jabón antiséptico y usando una crema post depilatoria. Estas medidas ayudan a cerrar los poros y a retrasar el crecimiento de nuevos pelos.
7. ¡Identificar la piel!
Aplicar crema hidratante sobre la piel depilada unos días antes y también después de haberla sometido al trauma de la depilación para hacerla más suave y sedosa. Invierta en productos sin alcohol en su composición para no correr el riesgo de irritar el lugar que fue depilado y asegúrese de que la fuerza será devuelta a la piel después de la sequedad causada por la depilación. Utiliza la crema hidratante justo después de la ducha, cuando la piel está húmeda y puede absorberla.